Hoy encontré estos muñecos que con tanto amor compre para “futuras navidades” que jamás llegaron. Es como ver valijas que nunca fueron a ninguna parte. Pero hoy les saque todo el polvo, las mire sin la impotencia de lo que no se puede ya cambiar, y decidí indultarlas de su caja de aislamiento y como la primavera y la vida que me resucitaron a mi: las saque a la luz, “a la vida” para inmortalizarlos en esta serie de fotografías, y para dejar que cumplan su misión:
EMBELLECER LA NAVIDAD!
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